3º Congreso Latinoamericano de Logoterapia y Análisis Existencial

EDUCACIÓN, FAMILIA & SALUD

Buenos Aires, 18 al 20de junio de 2009

El CLAE (Centro de Logoterapia y Análisis Existencial) de la Pontificia Universidad Católica Argentina, ha tomado la iniciativa en el año 2005, de convocar a humanistas de todo el mundo interesados en repensar la condición humana actual. Es así que se convocó al 1º Congreso Latinoamericano de Logoterapia, bajo la consigna “Salven al Hombre”. Al cierre del evento, quedamos comprometidos a organizar un segundo evento, esta vez en el año 2007, para trabajar en la idea de considerar qué mundo queremos para el hombre. Por ese motivo, el 2º Congreso Latinoamericano, nos reunió bajo la consigna “Un Mundo para Todos

La respuesta que han tenido estos eventos, recibiendo colegas y amigos de muchos países hermanos de Latinoamérica nos ha alentado a seguir trabajando en procura de un ideal permanente: privilegiar a la persona y privilegiar todo aquello que personaliza.

jueves, 12 de junio de 2008

¿Qué es la Logoterapia?

La Logoterapia es una escuela psicológica creada por Viktor E. Frankl, catedrático de neurología y psiquiatría de la Universidad de Viena. Frankl completó su formación humanística, después de la II Guerra Mundial -en la que fue prisionero en varios campos de concentración- con un doctorado en filosofía que culminó con su tesis titulada "La presencia ignorada de Dios". Ha escrito 28 libros, el más conocido es el que relata su experiencia vital durante la guerra que tituló "Un psicólogo en el campo de concentración" y que en nuestro medio se editó como "El hombre en busca de sentido".

Su teoría psicoterapéutica se basa en una concepción de la persona integral que incluye el ser biológico, psicológico y espiritual. Con esta idea antropológica estudia la situación del hombre de nuestro tiempo y encuentra en la búsqueda de sentido, la más profunda tarea existencial del mismo.

Esta perspectiva cambia completamente las bases en que se fundamentan las distintas escuelas psicológicas, que en general tienen solamente una visión psicosomática y social del ser humano. La ausencia de espiritualidad, cercena lo más distintivo del ser humano y éste queda atado a los condicionamientos, ya sean biológicos, psicológicos o socioeconómicos. Jaspers en su obra Patología General hacía una aguda observación crítica al psicoanálisis: "En vez de partir, como hace Freud, desde lo sexual o lo vital, se puede partir desde lo espiritual del hombre y desarrollar su psicología. Freud ve con extraordinaria justicia lo que ocurre con la represión de la sexualidad. Pero no se pregunta ni siquiera lo que ocurre con la represión del espíritu".

Dice Frankl, poniéndonos en guardia de una visión reductiva del ser humano, que: "en realidad lo psicosomático, o sea el hombre concebido como cuerpo y psique representa sin duda una unidad: pero tal unidad no constituye todo el hombre. Para que en el hombre se pueda hablar de totalidad, es necesario agregar la dimensión espiritual: solamente la persona espiritual crea la unidad en el hombre. Por otro lado estos tres momentos son distinguibles entre ellos: físico, psíquico, espiritual; mientras que en lo que tiene que ver con el ser-hombre, ellos resultan indivisibles, es decir que en clave antropológica es imposible descomponerlos."
Para la Logoterapia, ser hombre significa sobre todo la facultad de ir más allá de todos los condicionamientos ya que lo más valioso de la existencia humana se encuentra en la propia autotrascendencia. Por ello podemos decir que ser persona es estar volcado hacia algo o hacia alguien. En otras palabras, la esencia de lo humano está en el comprometerse integralmente con una tarea, con un amigo, con la persona amada o en el entregarse a Dios. De esta concepción resulta un claro compromiso con los otros, con la comunidad, con el mundo, a través de la realización de valores, libremente elegidos.

Resumiendo, la Logoterapia invita a la psicología a considerar la dimensión espiritual; es una terapia centrada sobre el significado, el sentido de la vida visto como motivación fundamental en la praxis terapéutica. El sentido es el para qué, el motivo, la razón que te impulsa para lograr algo o para ser de una manera determinada, el sentido nos orienta y nos ubica.

Para la Logoterapia, la búsqueda de sentido es más que un derecho inalienable del ser humano; es la esencia misma de su humanidad. Si la reprime en su interior, encontrará el vacío existencial, pero si se consagra en ésta búsqueda verá su vida no solamente plena de sentido sino plena de los beneficios derivados de una existencia significativa, entre los cuales se encuentran la paz espiritual, la estabilidad mental y la capacidad de desarrollar un proyecto de vida autotrascendente.

Estos beneficios, sostiene Frankl, solamente se podrán alcanzar en tanto el ser humano se proponga conscientemente, llevar a cabo su consecución y solo podrá disfrutarlos como los resultados indirectos de su búsqueda de sentido. Frankl sostiene que el hombre busca incansablemente el sentido de su vida, es decir, se pregunta el para qué de su existencia y se siente frustrado o vacío cuando no encuentra respuesta. "Tu puedes asumir el sentido y sentir que eres parte del tejido de la vida o puedes vivir en el caos y ser víctima de las situaciones".

La Logoterapia

Pero dejemos que el propio Frankl nos defina a la Logoterapia: “Explicaré a continuación por qué empleé el término ‘logoterapia’ para definir mi teoría. Logos es una palabra griega que equivale a ‘sentido’, ‘significado’ o ‘propósito’. La logoterapia o, como muchos autores la han llamado, ‘la tercera escuela vienesa de psicoterapia’, se centra en el significado de la existencia humana, así como en la búsqueda de dicho sentido por parte del hombre. De acuerdo con la logoterapia, la primera fuerza motivante del hombre es la lucha por encontrarle un sentido a su propia vida. Por eso hablo yo de voluntad de sentido, en contraste con el principio de placer (o, como también podríamos denominarlo, la voluntad de placer) en que se centra el psicoanálisis freudiano, y en contraste con la voluntad de poder que enfatiza la psicología de Adler.
La búsqueda por parte del hombre del sentido de la vida constituye una fuerza primaria y no una ‘racionalización secundaria’ de sus impulsos instintivos. Este sentido es único y específico en cuanto es uno mismo y uno solo quien tiene que encontrarlo; únicamente así logra alcanzar el hombre un significado que satisfaga su propia voluntad de sentido.” (Viktor E. Frankl. 'El hombre en busca de sentido')

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